“Papá, ya no quiero estar ni un minuto más aquí”, se lee en unos de los mensajes que el cadete Aldo Rendón compartió a su padre, tras continuar siendo víctima de maltrato psicológico y físico dentro de las instalaciones de la Escuela Militar de Ingeniería de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Las agresiones incrementaron luego de que el pasado lunes 20 de octubre, La Prensa publicó la entrevista con el padre del cadete, el señor Aldo Rendón, quien, desesperado ante la falta de respuesta institucional, recurrió al periódico que dice lo que otros callan, con expediente médico en mano y las denuncias presentadas ante la Fiscalía General de Justicia Militar, así como ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por el mal actuar de sus funcionarios.
“Yo lo estoy tomando como un secuestro porque ellos están manipulando las cosas a su conveniencia y no le quieren dar la baja inmediata, no le están dando ni la atención médica sobre las lesiones que tiene”, reclama el señor Aldo quien culpa nuevamente a autoridades de la escuela militar por ignorar este grave caso de violencia, calificada por médicos como un intento de homicidio.
Sin derechos humanos ni justicia militar
Cabe recordar que el cadete, actualmente de segundo año, ha sido víctima por meses de violencia psicológica y física dentro del plantel escolar de la SEDENA, agresiones que fueron documentadas y que le han dejado con secuelas en la movilidad en cuello, rostro y hombros, producto de “chirucuasos”, agresiva novatada que le dejó con un esguince cervical grado 3, lesión considerada de alta gravedad ante posible afectación en estructuras importantes de la columna vertebral.
No obstante a los dictámenes médicos, la denuncia interpuesta ante la Fiscalía Militar no prosperó al contemplar el “no ejercicio de acción penal”, supuestamente, luego de que peritos de la Coordinación de Servicios Periciales y Ciencias Forenses no encontraron “correlación entre lo descrito en la denuncia de hechos y las lesiones certificadas” por el servicio médico del plantel escolar.
“Yo le he mandado capturas al teniente coronel, le he mandado fotos de cómo han golpeado a mi hijo y le he dicho que lo están hostigando, le he mandado audios donde unos cadetes le dicen que cómo le gustaría partirle su … y darle a su … en el cuello”, mensajes que son ignorados por los mandos militares a cargo del plantel, que de plano ya dejan “en visto” al denunciante.

Bajo amenazas, cadete desiste acusaciones
Decepcionados de la justicia militar, y al ver que el maltrato continuaba dentro del plantel, el señor Aldo y su esposa acudieron a la CNDH para interponer una denuncia, la cual tampoco prosperó, en gran parte porque la víctima habría sido obligada a retractarse.
“Lo acompañó de la mano a Derechos Humanos, cuestión que no es ético y es conflicto de intereses, porque la denuncia va dirigida hacia él”, reclama el padre del cadete afirmando que, bajo amenazas, fueron las autoridades del plantel militar quienes obligaron a su hijo a retirar las acusaciones.
“La escuela va a argumentar que tuvo un pequeño accidente, que se golpeó con la pared… ahí tengo la foto que me mandó el sábado el sábado 1 de noviembre, por la cual el teniente coronel me dijo, “platique con su hijo”, en vez de tomar cartas en el asunto”, agrega el denunciante al mostrar una imagen reciente en la que se observa cierta hinchazón en el rostro del cadete, presuntamente por el castigo que sigue recibiendo tras exhibir su caso.
Al ver las puertas cerradas, inclusive las de la Dirección General de Atención Ciudadana de Presidencia de la República, dónde solo expuso su caso sin recibir una respuesta favorable, el señor Aldo teme por su integridad, pero más por la de su hijo, quien por voluntad propia busca ya la forma de obtener la baja definitiva, presuntamente, ante el incremento de la violencia dentro del plantel militar y la omisión de las autoridades escolares.
“Que me entreguen a mi hijo, dañado y todo, pero que me lo entreguen, más me importa la seguridad de mi hijo, su integridad física y mental, a que me lo sigan dañando ahí… Se lo vuelvo a pedir al teniente Coronel, que le dé la baja inmediata”.
