Un fuerte seísmo de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió el sureste de Turquía y norte de Siria la madrugada de este lunes y fue seguido por otro seísmo a las 13.24 hora local con una magnitud de 7,6. Más de 1.380 muertes y 6.300 heridos es el balance del suceso que como explican expertos en la materia, se trata de un «terremoto poderoso» producido por el choque de tres placas tectónicas: arábiga, africana y la placa de Anatolia.
Arantxa Izquierdo, sismóloga de la Red Sísmica Nacional del Instituto Gráfico Nacional, informa a 20minutos que la zona del terremoto se produce en una «tectónica compleja» porque confluyen tres placas continentales principales (Arábiga, Africana y Euroasiática) con el bloque tectónico de Anatolia: «Al moverse la arábiga y la euroasiática, y con la presión de la africana, se produce un deslizamiento lateral. Anatolia se ve golpeada y se va hacia el oeste».
Respecto a la placa de Anatolia, la vulcanóloga apunta que es un bloque pequeño de una longitud de 700 kilómetros está rodeado de las tres grandes placas continentales. «Esta se encuentra en el medio, las mayores se desplazan y obligan a Anatolia a desplazarse al oeste. Así se produce el seísmo, en las fronteras donde confluyen estas tres placas, en la falla de Anatolia».
El epicentro del primer sismo se halló en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.
«Es un terremoto poderoso con una fuerte magnitud, en una zona de actividad con alta actividad sísmica», afirma a 20minutos, Lorenzo Pasqualini, geólogo de Meteored. El geólogo apunta que se han derrumbado edificios a distancias bastante alejadas del epicentro del seísmo, hasta a 300 km de distancia. «Es bastante común que ocurra con este tipo de terremotos tan fuertes debido a las ampliaciones de las ondas sísmicas que se han originado».
Aviso de maremoto en el Mediterráneo
Pasqualini apunta que durante la noche de este lunes, toda el área del mar Mediterráneo fue avisada por un sistema de alerta sobre la posibilidad de producirse un fuerte maremoto: «Se suspendió el tráfico de ferrocarril en zonas costeras de Italia por precaución«. Aunque, también explica que este aviso se anuló porque «el maremoto no fue tan grave», ya que únicamente aumentó 15 cm el nivel del mar.
Izquierdo argumenta que no se produjo un maremoto en el Mediterráneo porque el terremoto «no ha tenido movimiento vertical, una placa se ha deslizado sobre la otra«, y de esta manera no es posible que se origine el maremoto en cuestión.
«Un terremoto empuja una falla de 250 km de largo por unos 25 km de ancho. Esto se ve muy bien con las réplicas que se van acumulando en esa línea«, afirma la vulcanóloga sobre las posibles repeticiones de seísmos en las próximas horas e, incluso, días. «Siempre que hay un terremoto, hay más después«. Además, recuerda que no se han producido en los últimos años seísmos de este tipo en esta zona este de Anatolia, aunque en 1999 en Izmir (ubicada en la otra parte de esta falla) sí se produjo un terremoto de 4,6 de magnitud.
Al respecto sobre la seguridad de Turquía en edificios que soporten estas incidencias, afirma que «es complicado aguantar seísmos de esta magnitudes, hay que construir muy bien para mitigar sus consecuencias».