Comercio chino se expande en el Centro Histórico desplazando a comercios tradicionales

Comercio chino se expande en el Centro Histórico desplazando a comercios tradicionales

El creciente número de comercios chinos en el Centro Histórico empieza a desplazar de forma vertiginosa a los negocios mexicanos tradicionales, denunciaron líderes de cámaras empresariales y organizaciones comerciales de la Ciudad de México.

La actividad productiva, comercial y empresarial mexicana está desamparada, ante la llegada masiva de productos de muy bajo costo, fabricados con mano de obra barata, que no pagan impuestos ni cumplen los requisitos aduanales, generando una competencia inequitativa y desleal para la planta productiva y económica nacional.

José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo de la Ciudad de México dejó en claro que todas las personas dedicadas a la actividad comercial, independientemente de su nacionalidad, deben cumplir las leyes mexicanas.

“Todo comercio es bienvenido, siempre y cuando exista una competencia en igualdad de condiciones, y lo primero es que todos cumplamos la ley”, declaró José de Jesús Rodríguez.

Indicó que un asunto prioritario es que los inmuebles que ocupan los comercios chinos cumplan con las normas de protección civil y todos los requisitos, permisos y licencias para operar como un establecimiento mercantil.

No nos parece correcto que edificios que fueron diseñados para vivienda social, ahora sean ocupados como bodegas, lo cual genera un riesgo no solo para los mismos comerciantes, sino también para quienes habitan en esos lugares y todo el entorno

José de Jesús Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo de la Ciudad de México

Otro aspecto fundamental, dijo, es que las autoridades verifiquen que las mercancías cumplan todos los requisitos aduanales, pago de impuestos y características de los productos autorizados para su venta en territorio nacional.

“Porque sí estas mercancías llegan como “minimis” -que se traduce como “pequeñas cosas”-, y no pagan IVA estarían causando un daño grave al mercado, porque de entrada son 16% más económicos, además de ser fabricados con mano de obra barata”, apuntó.

Rodríguez Cárdenas subrayó que estos productos deben cumplir con los requisitos aduanales y características que establecen las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) para poderse comercializar en el territorio nacional, como es el caso de componentes electrónicos, eléctricos, aparatos electrodomésticos, maquillajes e incluso alimentos.

“Lo que queremos es que todos cumplamos, no estamos hablando de un racismo o discriminación, sino de generar comercio en beneficio del consumidor, porque si vienen productos más económicos, lo que tenemos que hacer en México es ser más competitivos y tratar de lanzar mejores ofertas al mercado, pero no de manera desigual y sin una vigilancia de la autoridad”, declaró el líder de Canaco CDMX.

Foto: Patricia Carrasco / La Prensa

CRECE MEZCLADO CON EL AMBULANTAJE

El presidente del Consejo Para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercio), Gerardo López Becerra señaló que el comercio chino en el Centro Histórico de la Ciudad de México no es nuevo y ha ido de la mano del crecimiento del ambulantaje.

“Es un fenómeno lleva al menos 15 años, pero fue a partir de la pandemia cuando se observó un fuerte brote en las calles más antiguas y tradicionales del Centro Histórico muy mezclado con el ambulantaje, principalmente en la zona de República de Argentina, Manuel Doblado, El Carmen, así como en la vieja Merced”, indicó.

El comercio chino también empieza a tomar relevancia en torno a las calles de Izazaga, Metro Pino Suárez y hacia la zona de Salto del Agua “muy de la mano del ambulantaje, donde se distribuyen muchos de los productos de origen chino”, comentó.

En estas plazas comerciales se pueden encontrar una gran variedad de productos, desde luces navideñas (aunque no sea temporada), hasta capas de plástico y botas para la lluvia, paraguas, bisutería, cosméticos y todo tipo de artículos para el arreglo de uñas, e incluso muebles y accesorios para salones de belleza, indicó López Becerra.

Están utilizando principalmente los edificios que fueron desalojados por los sismos de 2017, no sólo para adecuar plazas y centros comerciales, sino también bodegas, como ha ocurrido en inmuebles de Izazaga y la calle de Nezahualcóyotl, recientemente clausurados por las autoridades capitalinas por temas de protección civil.

Después de la pandemia se observa una migración importante de grupos chinos a la Ciudad de México, que llegan con la idea de establecer grandes centros comerciales, indicó López Becerra al estimar que tan solo en la zona de Isabel la Católica hay alrededor de 17 edificios de venta de productos chinos.

Asimismo, señaló que en la zona tradicional de la vieja Merced, así como como en las calles de Argentina, Belisario Domínguez, Cuba, El Carmen y Granaditas, puede haber al menos 25 edificios dedicados a la comercialización de productos chinos, por lo que en total en el Centro Histórico podría haber alrededor de 40 centros comerciales chinos, sin tomar en cuenta las bodegas o los changarritos.

SIN CIFRA ESPECÍFICA DEL NÚMERO DE NEGOCIOS

Hasta el momento no es posible saber con exactitud el número de negocios, plazas comerciales o bodegas que se dedican al comercio de productos chinos, aunque se habla de cientos, indicó José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX).

A pesar de que la presencia de la comunidad china en México, especialmente en el Centro Histórico de la ciudad ya tiene muchos años, Rodríguez Cárdenas recordó que fue a raíz de la pandemia cuando se empezó a registrar un notable incremento de locales de comerciantes asiáticos.

“Lo que sucedió en la pandemia es que muchas personas y comercios chinos migraron y no tenemos una cifra concreta”, indicó el líder de la Canaco al señalar, no obstante que 52 socios que tenía la Cámara en el Centro Histórico ya cerraron sus negocios y se dieron de baja.

Las cifras no las tenemos exactas, aunque se habla de cientos de negocios, nosotros estamos escuchando a nuestros socios que ya no pertenecen a la Cámara, estamos hablando de 52 personas que han cerrado sus negocios

Señaló que la tarea de la Cámara no es contar los negocios chinos, “pero sí tenemos un reclamo cada vez más fuerte, como es el de los comerciantes de la Calle de las Novias, espacio que ha cambiado totalmente su vocación, como ha sucedido también en la Calle de los Muebles.

Informó que calles de comercio tradicional como lo eran República de Brasil, República de Argentina, Uruguay se han transformado y actualmente lo único que se vende son productos chinos, por lo que reiteró que el llamado a las autoridades es que todos cumplan por igual y exista una competencia en igualdad de condiciones.

PRODUCTOS DIVERSOS

La invasión de productos chinos en el mercado nacional no son solo los famosos llamados “minimis” que se definen como “las pequeñas cosas”, sino que hay una gran variedad de productos, que van desde calzado, ropa, joyería (bisutería), productos eléctricos y electrónicos de gran variedad, herramientas a un costo sumamente desproporcionado a lo que cuestan en México, electrodomésticos, utensilios de cocina y artículos escolares y de papelería, entre otros.

“Es una gran gama de productos que distorsiona el mercado mexicano y, desde luego, causa un daño”, alertó José de Jesús Cárdenas Rodríguez al señalar que muchos comercios nacionales, ahora también surten sus productos y le compran a los chinos para no desaparecer.

“Muchos han tenido que sumarse a esta ola de productos chinos para sobrevivir, pero se está dañando a la industria mexicana”, alertó el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México al destacar la urgencia de que toda esta actividad comercial se desarrolle dentro del marco de la legalidad, pague sus impuestos y los productos cumplan con las características de seguridad, calidad y confianza que deben tener todas las mercancías que se venden en el territorio nacional.

En el caso de productos electrónicos, destacó, todos tienen que pasar por las Normas Oficiales Mexicanas, que garantizan al usuario su seguridad, el cuidado del medio ambiente y que cumpla con su función.

Asimismo, mencionó que en el caso de todos aquellos productos cosméticos o de higiene personal que tienen contacto con el cuerpo, deben cumplir con las características que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) establece, para garantizar la seguridad de las personas.

“Sí esto no se hace, lo que estamos generando es un problema muy grave para el consumidor final”, advirtió Rodríguez Cárdenas.

Al respecto, Gerardo López Becerra, presidente de ConComercio en Pequeño indicó que en estas plazas chinas se venden todo tipo de mercancías, que van desde cosméticos, uñas, belleza, bisutería, hasta lámparas, trastes, vajillas, tapetes, cobertores, artículos de temporada, como son los artículos escolares o navideños.

En estos lugares también se vende ropa, tenis, artículos deportivos y los llamados “artículos de novedad”, que no sirven para nada, pero resultan atractivos para los consumidores, indicó.

Foto: Roberto Hernández / La Prensa

¿DÓNDE ESTÁ LA AUTORIDAD?

José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de Canaco CDMX indicó que este asunto ya ha sido planteado a las autoridades correspondientes, quienes les han respondido que están estudiando el tema. Confió que la autoridad cumpla con su función, aunque señaló que hay que tomar en cuenta que nos encontramos en un periodo de transición de la administración pública, y ya tocará a las nuevas autoridades abordar esta problemática.

A su vez, Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercio) indicó que ha faltado visión de gobierno para entender que “los huecos se llenan” y, que los espacios que ocupaban los comercios tradicionales en el Centro Histórico y que cerraron en la pandemia, ahora son tomados por los comerciantes chinos.

“Esto ha pasado con el cierre de tiendas dedicadas a la confección y venta de vestidos de novia y de XV Años que había en la famosa calle de las Novias, así como los negocios dedicados a la venta de uniformes escolares en la zona de Mixcalco, que cerraron durante la pandemia por no poder pagar la renta, pero ahora, esos locales son comercios y bodegas chinas”, indicó López Becerra.

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