En la silla rota cada vez es mayor el miedo de los que laboran ahí. Solo en radio pasillo comentan las injusticias y discriminación que se vive día a día por parte de los directivos y lamentablemente por necesidad económica se aguantan el maltrato, malos sueldos (nunca hay aumentos) y que solo sean unos los privilegiados con unos títulos rimbombantes y sin experiencia, los que pueden ascender y maltratar a os demás. Muchos quisieran que se les liquide pero la instrucción de la dirección es no correr a nadie, sino cansar al personal, fastidiarlo, tronarlo para que renuncie y no se lleve ninguna prerrogativa. Y son muchos los que encuentran en esta situación
El 90% de los trabajadores que laboran en este medio están hartos y es visible la molestia por el maltrato de un pequeño grupo de personas que solo ven por su beneficio empezando por quien dirige este medio: Roberto Rock.
Y como dice el dicho, Dios los hace y ellos se juntar para este fin desleal tiene a Jorge Ramos y a Arturo Jiménez, «pioneros» en acoso laboral y hostigamiento al personal. Existen varias demandas internas en la silla rota pero no pasa nada.
Siempre que hay una denuncia bajan la voz y cambian de actitud algunos días, pero después vuelven a molestar a todo el equipo y a hacer alarde de su actitud prepotente.
Roberto Rock lo sabe y no hace nada, solo le da la vuelta. incluso, denuncias anteriores que se han hecho en twitter son minimizadas y continúa Jorge Ramos con su actitud misógina, desleal y siendo precarios en su visión de trabajo, pisoteando a las personas. En pocas palabras son nefastos y quienes se han ido de esta empresa, jamás regresarían a estas precarias e injustas condiciones de trabajo donde no se valora al trabajador, menos al humano.
No existía seguridad social para los empleados, es la más baja que pueden tener, el sueldo comparado con otros medios es de los más bajos y no solo eso, nunca te verán como un ser humano sino como objeto, no respetan horarios ni condiciones laborales que se estipulan en la ley. Te ofrecen pruebas de tres meses con la promesa de que te subieran el sueldo pero nunca llega, te dan largas ,te explotan todos los días y aunque quieras dirigirte Rock o a Ramos para el aumento, no hay respuesta para el aumento prometido, saben que será inalcanzable porque no hay palabra.
la petición es que levanten la voz y no tengan miedo, hay un mundo después de la Silla Rota. Es increíble que los periodistas defiendan causas ajenas y expongan injusticias y en su propio ambiente laboral guarden silencio.
Terminemos con estos abusos y acoso laboral