El indignante caso de Don Sergio, el abuelito encarcelado por robar dos chocolates

El indignante caso de Don Sergio, el abuelito encarcelado por robar dos chocolates

México es un país de contrastes y más si hablamos de temas de derechos humanos y justicia. Mientras que la actriz Inés Gómez Mont y su esposo Víctor Álvarez se encuentran prófugos por ser acusados de desviar 3000 mil millones de pesos, un hombre identificado como Sergio Armando, de 82 años, se encuentra preso en el Reclusorio Oriente por robar dos barras de chocolate con un valor de 30 pesos.

La detención se hizo el pasado martes a las afueras de una tienda departamental ubicada en Calzada de Tlalpan y Sillón de Mendoza, en la colonia Toriello Guerra en la alcaldía Tlalpan.

De acuerdo con información de El Universal, periódico que tuvo acceso a la carpeta de investigación FITLP/TLP3/UI3, el hombre de la tercera edad fue detectado por elementos de seguridad tomando dos barras de chocolate sin pagar, por lo que al salir de la tienda departamental fue detenido.

Don Sergio fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad (SSC) y trasladado al Ministerio Público de Tlalpan 3 donde fue acusado del delito de robo a negocio sin violencia por dos chocolates.

Tiempo después, fue movido al Reclusorio Oriente donde espera que se lleve a cabo su proceso.La detención se hizo el pasado martes a las afueras de una tienda departamental ubicada en Calzada de Tlalpan y Sillón de Mendoza, en la colonia Toriello Guerra en la alcaldía Tlalpan.

Robar por tener hambre y no tener dinero para comprar comida mantiene en prisión a 7 mil personas en México. La mayoría de los presos que cometieron estos robos por necesidad son mujeres. El 90 por ciento de los denunciantes de este delito son representantes de tiendas afiliadas a la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales).

Este tipo de delito se le denomina como “hurto famélico” y principalmente es realizado por gente de escasos recursos que no pueden satisfacer sus necesidades básicas.

Hay presos que hurtaron una fruta, un yogurt o medio kilo de tortillas y esa es la razón por la que enfrentan procesos judiciales que amenazan con mantenerlos en prisión por hasta 10 años.

Las condiciones que enfrentan en prisión los presos que cometieron el delito de tener hambre, son las más extremas. La falta de recursos económicos – que a veces les impide pagar una fianza para alcanzar la libertad obliga a someterse a otros reos, para ser el eslabón más débil en la cadena de corrupción que prevalece dentro de las prisiones, señala Rosendo Tamayo Solís, penalista de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El 97 por ciento de los procesos penales que se instruyen contra presos que cometieron el delito de robar alimentos, son acusados por alguna de las tiendas que pertenecen a la Asociación Mexicana de Tiendas Departamentales y de Autoservicio (AMDA), una asociación que mantiene una política inflexible, que no permite otorgar el perdón legal contra los usuarios que sustraen alimentos de sus instalaciones.

Resulta inaudito e incomprensible que la sanción impuesta es mucho mayor al daño ocasionado por un delito y en particular a este delito donde la necesidad, la enfermedad, la familia o el hambre lo llevo a delinquir por no contar con los medios suficientes para sufragar sus necesidades primarias.

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