“Pensé que mi sobrino ya no estaba” mencionó con la voz entrecortada Jesús, familiar de uno de los internos que sobrevivió al incendio en el anexo de Topilejo.
Jesús pensó que la tragedia había alcanzado a su sobrino, sin embargo, logró salir prácticamente ileso del incendio que le quitó la vida al menos a cinco de sus compañeros en lo que se sabe, fue un intento de motín en el centro de rehabilitación “Hombres Preparados y Mujeres Preparadas A.C.”, de Tlalpan.
Fue a las 10:15 de la mañana cuando la columna de humo y las intensas llamas alertaron a los vecinos de la calle Vista Hermosa en la colonia Ocotla Chico del pueblo de San Miguel Topilejo.
Van cinco a declarar al MP
“Vimos que había humo, nos acercamos y se escuchaban gritos, pero estaba todo cerrado (…) alguien le marcó a la policía y ya después estaban todos los de emergencias aquí”, mencionó una vecina que decidió mantener el anonimato.
Tras la llegada de patrullas y ambulancias, familiares de los internos, se acercaron hasta la zona para preguntar por sus seres queridos, sin embargo, se encontraron con un cordón de seguridad y la negligencia de policías de la Secretaría de seguridad ciudadana, quienes mencionaron
que no les podían dar información mientras les pedía constantemente que se retirarán de la zona.
“Nomás quiero saber cómo está mi sobrino Jefe, por favor, sólo queremos saber cómo están”, imploraba un hombre llamado Jesús a un policía, sin embargo, el oficial se limitó a pedirle que se mantuviera atrás del acordonamiento.
A la par, llegaron más elementos de seguridad, de la Guardia Nacional y paramédicos de Protección Civil y la Cruz Roja a los que tampoco se les permitió ingresar, “Nadie pasa si yo no lo autorizo, acá hay un control, hay un puesto de mando que me está diciendo quién pasa y quien no”, mencionaba el mismo policía.
Fue poco después que la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) dio a conocer que el encargado del anexo y cuatro trabajadores serían presentados para rendir su declaración y deslindar responsabilidades.
“Ya se estaban dando a la fuga en un vochito (el encargado y acompañantes), pero los detuvieron y los bajaron del carro”, contaba una vecina a otra mientras miraban de lejos hacia el centro de rehabilitación y las ambulancias.
Operaba ya desde hace cinco años
Pasaba el mediodía cuando las primeras ambulancias comenzaron a salir con varios intoxicados a bordo de ambulancias.
Fueron varias horas de incertidumbre para Jesús, quien finalmente pudo ver a su sobrino que salió caminando y en resguardo por parte de policías.

Jesús intento abrazar a su sobrino sin embargo los policías lo impidieron “Ahorita, ahorita lo ves, ahorita lo ves”, mencionaban los uniformados a Jesús mientras lo empujaban para quitarlo del paso.
“Me siento agradecido de que este bien, no sé porque lo hayan hecho los chavos”, mencionó Jesús sobre el intento de motín que le quitó la vida al menos a 5 internos y que provoco al menos 6 atenciones por intoxicación.
“Yo pensaba que mi sobrino ya no estaba y yo lo traje con la esperanza de que se rehabilite y que esté bien (…) me extraña que los jóvenes hayan hecho ese tipo de cosas”, menciono Jesús con el alivio de ver con vida a su familiar.
Aunque Jesús menciono que los internos recibían buen trato, vecinos de la zona sospechan de las actividades que se realizaban en el anexo, pues mencionaron que constantemente entraban mujeres en las noches y que el inmueble posiblemente se usaba con otros fines delictivos; también
aseguraron que desde hace más de 5 años el centro de rehabilitación operaba de manera irregular y sin las condiciones.
Hasta el momento se desconocen los motivos del incendio, aunque hay quienes aseguran que los internos incendiaron un sillón con el fin de que abrieran las puertas para poder huir, sin embargo, no contaban con que el portón estaba cerrado con candado.