Un hecho sin precedentes tuvo lugar en San Luis Potosí donde Camila Roxana Martínez Mendoza, niña de tan solo tres años, murió dos veces, la primera en el hospital, cuando los médicos informaron sobre su fallecimiento a sus familiares y la segunda, mientras era llevada en ambulancia al hospital después de que fuera velada.
Todo sucedió cuando Mary Jane Mendoza, de 20 años, llevó a su hija Camila de tres años de urgencia al Hospital Básico Comunitario estatal de Salinas de Hidalgo cerca de las 10 horas del pasado 17 de agosto, luego de presentar un severo cuadro de vómito, fiebre y diarrea. De acuerdo con la madre de la menor, en el nosocomio únicamente la pusieron toallitas húmedas y le recetaron paracetamol y la dejaron ir.