En la zona del cerro del Chiquihuite, donde el pasado viernes se registró un desgajamiento que sepultó viviendas construidas en las laderas, no hay señales de vida hasta el momento.
Tal afirmó el coordinador general de protección civil del gobierno del Estado de México, Samuel Gutiérrez Macías, quien manifestó que las autoridades continúan trabajando en la estabilización de las rocas de más de 200 toneladas.
Al ofrecer una conferencia de prensa en la zona afectada, junto con el alcalde Raciel Pérez Cruz, el funcionario estatal agregó que se han colocado 60 toneladas de material (costales) para fijar las gigantescas rocas que representan un peligro.
Aseveró que ingenieros y especialistas siguen laborando en el lugar para conocer si existe algún deslizamiento del material rocoso que se desprendió de la parte alta del cerro del Chiquihuite.
Subrayó que hasta el momento no existen señales de vida y que unos 12 binomios caninos se encuentran rastreando la zona para detectar eventualmente algún indicio, pero no ha habido novedad.
Puntualizó que a pesar de los pronósticos de lluvia, los cuerpos de rescate han tenido la oportunidad de seguir trabajando y continuar la búsqueda de personas.
La cifra oficial de desparecidos, de acuerdo a las autoridades, es de tres personas, número que se ajustó, luego de que los primeros reportes del gobierno municipal advertían de 10 personas, cuyo paradero se desconocía.